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22 jul 2015

Valdecilla recupera la memoria de un gerente fusilado durante la Guerra Civil

Acto simbólico en memoria de Ernesto Gonzalvo. (Foto: Gabinete de Prensa)

Ernesto Gonzalvo dirigió el hospital entre febrero y septiembre de 1936 y está enterrado en una fosa común en el cementerio de Ciriego

Santander 21.07.2015

Valdecilla ha recuperado la memoria de un gerente que dirigió el hospital entre febrero y septiembre de 1936 y que fue fusilado en 1937 tras la toma de Santander por las tropas del bando nacional.

Ernesto Gonzalvo, especialista en Digestivo y radiólogo, dejó viuda y cinco hijos, uno de los cuales ha visitado Valdecilla, invitado por el hospital, para colgar un retrato de su padre en la galería de gerentes de la Biblioteca Marquesa de Pelayo.

El rastro de Ernesto Gonzalvo se perdió tras su muerte y no se sabía de su existencia hasta que hace unos meses se encontraron documentos sobre la etapa fundacional de Valdecilla y sus primeros años, que se dieron a conocer en la exposición `Valdecilla, la semilla: 1929-1939', en el Casyc-Up. 

Dicha documentación permitió encontrar a uno de sus cinco hijos, Pablo Gonzalvo, de 89 años, que vive en Asturias con su familia, y que ha aportado la escasa y valiosa información que conserva sobre su padre para los archivos históricos de Valdecilla.

Ernesto Gonzalvo nació en Zaragoza en 1880, donde cursó sus estudios de Medicina. Tras especializarse en Patología Digestiva en Madrid, se estableció en Santander para trabajar en la Clínica Morales, que abandonaría tiempo después por desavenencias con el doctor Morales, titular de la clínica.

Durante su estancia en Santander, abre una consulta privada en la calle Lealtad y durante la Guerra Civil además atiende a pacientes del barco prisión Alfonso Pérez, en el puerto de la capital cántabra.

Según la documentación recuperada de la Casa de Salud Valdecilla, Ernesto Gonzalvo fue un gerente de transición. Desde 1930 hasta 1936, el hospital había estado en manos de la monja Sor Bastos y el doctor Díaz Caneja, nombrados por la marquesa de Pelayo.

Con la victoria del Frente Popular, Ernesto Gonzalvo, liberal republicano, es designado -en febrero de 1936- para dirigir el hospital mientras regresa de Bilbao Wenceslao López Albo, el que fuera primer gerente a petición del marqués de Valdecilla y que volvería a hacerse cargo de la Casa de Salud en septiembre de ese año.

Tras la caída de la capital cántabra, la consulta privada de Gonzalvo es arrasada y él muere fusilado en 1937, si bien no se conoce la fecha exacta. Está enterrado en una fosa común en el cementerio de Ciriego.

Su hijo Pablo Gonzalvo ¿también médico y especialista en Digestivo- y dos de sus nietos ¿uno de los cuales es actualmente jefe de Anatomía Patológica del Hospital de Cabueñes (Asturias)-, junto a otros familiares, han participado en un emotivo y sencillo acto en Valdecilla.

Dicho acto ha consistido en la incorporación de un retrato de Ernesto Gonzalvo, realizado por la artista cántabra Alexandra García Núñez, al salón noble de la Biblioteca Marquesa de Pelayo, donde están colgados los retratos de todos los gerentes que han dirigido Valdecilla desde su fundación como Casa de Salud en 1929.

El director médico de Valdecilla, José Manuel Rabanal, destacó la importancia de este acto simbólico para "restituir el nombre y la figura de quien fuera una víctima del sectarismo ideológico", con el deseo de que "el fanatismo no conduzca nunca más a una vileza como la cometida contra el doctor Gonzalvo y todos cuantos defendieron lo que creyeron mejor para su país".

Junto a Rabanal, arroparon a la familia de Gonzalvo las directoras generales de Ordenación y Atención Sanitaria, María Antonia Mora, y Salud Pública, Virginia Ruiz; y el director de la Biblioteca Marquesa de Pelayo, Mario Corral, entre otros.