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25 nov 2013

El IFIMAV e Industrial Farmacéutica Cantabria firman un convenio para investigar las defensas de la piel frente al sol y el envejecimiento

La empresa cántabra aporta 25.000 euros durante un año al grupo de `Ciclo celular y cáncer', que dirige Alberto Gandarillas

El grupo de investigación `Ciclo celular, determinación de células madre y cáncer' del IFIMAV ha suscrito un convenio de colaboración con Industrial Farmacéutica Cantabria (IFC) para estudiar cómo se defiende la piel frente al sol y el envejecimiento y su respuesta a los compuestos cosméticos y terapéuticos que comercializa esta empresa.

El hecho de que este grupo sea uno de los pocos de España que trabaja con un modelo ex vivo de células cutáneas lo convierte en el socio ideal para llevar a cabo este tipo de investigaciones. El modelo ex vivo consiste en la utilización de biopsias cutáneas y de células madre de la piel, mantenidas en el laboratorio para someterlas a la acción de agentes externos (luz ultravioleta) y a los compuestos que se quieran probar (fotoprotectores, cremas antienvejecimiento).

"Se trata de un modelo muy fisiológico ¿explica el líder del grupo IFIMAV, Alberto Gandarillas-, ya que podemos estudiar los efectos de estos productos en células o incluso en muestras de piel completa obtenidas solo unos días antes, de forma que reproducen con gran fidelidad cómo se comporta la epidermis in vivo".

La posibilidad de cultivar y tratar queratinocitos primarios en el laboratorio y estudiar su respuesta a los agentes externos es lo distintivo de este grupo y lo que ha despertado el interés de IFC, empresa de origen cántabro dedicada a la investigación, producción y comercialización de productos farmacéuticos, cosméticos y nutricéuticos, con delegaciones en varios países, y que invertirá 25.000 euros en un año en el laboratorio que dirige Alberto Gandarillas.

Se trata de un ejemplo de colaboración entre la empresa privada y la investigación pública       de Cantabria basada en la coincidencia de objetivos, ya que dos de las principales líneas de comercialización de IFC, fotoprotección y antiedad, corren paralelas a algunos de los estudios del grupo IFIMAV: los efectos sobre las células cutáneas de la luz ultravioleta -la primera causa del cáncer de piel- y los mecanismos implicados en el envejecimiento de los queratinocitos.

Un encaje perfecto

El proyecto de colaboración "encaja perfectamente ¿asegura Alberto Gandarillas- en nuestras líneas de investigación", de las cuales la principal se centra en los mecanismos celulares y moleculares implicados en el origen del cáncer de piel. Para ello, los investigadores utilizan células primarias de la piel y explantes de tumores ¿carcinoma y melanoma- obtenidos por clínicos del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Estas células son objeto en el laboratorio de cultivos en los que forman estratos, maduran, se descaman y se multiplican igual que lo hacen in vivo.

Uno de los resultados más destacados del grupo `Ciclo celular, determinación de células madre y cáncer' es el hallazgo reciente de un mecanismo de control antitumoral que ayuda a explicar por qué la piel mantiene su equilibrio homeostático, y no desarrolla cáncer, incluso cuando sobre ella actúan estímulos hiperplásicos o hiperproliferativos que en teoría deberían ser oncogénicos.

El cáncer de piel melanoma y no melanoma está aumentando de forma alarmante en las últimas décadas, hasta el punto de que se está convirtiendo en la primera causa de muerte por cáncer en mujeres de 20 a 30 años. Aunque el melanoma es un cáncer mucho más agresivo, la alta incidencia del carcinoma hace que las cifras de mortalidad de ambos estén cada vez más próximas.

Según Alberto Gandarillas, esta tendencia se debe en gran parte al exceso de exposición a los rayos ultravioleta solares, la utilización de cabinas de solarium y la progresiva reducción de la protección que proporciona la capa de ozono debido a la polución atmosférica.

El convenio de colaboración entre el Instituto de Formación e Investigación Marqués de Valdecilla e IFC, que ambos confían en ampliar en un futuro, permitirá reforzar el grupo con más personal para continuar con la investigación no solo del cáncer sino también del envejecimiento cutáneo, en el que intervienen principalmente dos factores: la fotoexposición (radiación solar) y el proceso de continua renovación al que está sujeta la epidermis.