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28 abr 2017

La Consejería de Sanidad y el INSS incrementarán su colaboración para abordar los problemas de salud de origen laboral

María Luisa Real y la directora del INSS en Cantabria han establecido los objetivos para mejorar el conocimiento de las empresas y de los trabajadores expuestos al amianto

Santander - 27.04.2017

La consejera de Sanidad, María Luisa Real, se ha reunido hoy con la directora provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en Cantabria, Eva Suárez Méndez, para analizar los términos de la colaboración entre ambas instituciones a través de actuaciones conjuntas de detección, evaluación y seguimiento de los trabajadores con patologías por exposición al amianto.

El objetivo es conocer el número de trabajadores que en Cantabria, en algún momento de su vida laboral, hayan podido estar expuestos a las fibras de amianto y el de empresas que han utilizado este material en nuestra Comunidad.

Real y Suárez han coincidido en señalar que esta colaboración debe permitir aflorar muchas patologías que hoy en día se están diagnosticando a personas activas o jubiladas como enfermedades comunes, cuando en realidad son enfermedades profesionales originadas por la exposición al amianto.

El amianto o asbesto, conocido comúnmente como uralita, es un componente del fibrocemento, un material muy utilizado en España durante el siglo pasado, sobre todo en la construcción. Está compuesto de fibras microscópicas que no se disuelven en agua ni se evaporan, son resistentes al calor, al fuego y a la degradación química o biológica.

A pesar de estar prohibido desde el año 2001, en cualquiera de sus formas y para cualquier aplicación, esta sustancia está presente en unos 3.600 productos de la industria moderna y, por tanto, son muchos los sectores de actividad en los que los trabajadores pueden estar expuestos a fibras de amianto.

El amianto se convierte en una sustancia potencialmente peligrosa cuando el contacto es prolongado y se manipula el material, de manera que las fibras pasan al aire y son fácilmente respirables. Esto sucede en derribos, trabajos como el corte, taladro, rotura o cuando el material está muy envejecido. El amianto está calificado como agente carcinógeno y puede provocar asbestosis (fibrosis pulmonar), afecciones fibrosantes de la pleura y pericardio, la neoplasia maligna de bronquio y de pulmón, el mesotelioma pleural, el mesotelioma peritoneal, y cáncer de laringe, entre otras patologías.