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22 mar 2017

María Luisa Real intercambia impresiones con los autores de la obra 'Los antiguos hospitales de Cantabria'

El libro es el resultado del trabajo de investigación y documentación llevado a cabo por Ana Rubio y Jesús Ruiz, que incluye referencias a más de 70 hospitales cántabros del siglo XIII al XIX

Santander - 21.03.2017

Desde lazaretos a hospitales de villa pasando por albergues de montaña. Así hasta más de 70 centros sanitarios que desde el siglo XIII al XIX formaron parte de la historia y del patrimonio de nuestra región. La obra, 'Los antiguos hospitales de Cantabria', sobre la que hoy la consejera de Sanidad, María Luisa Real, ha conversado con sus autores, los arqueólogos e investigadores Ana Rubio y Jesús Ruiz, sintetiza en seis capítulos la importancia de la actividad sanitaria y sociosanitaria en Cantabria desde la Edad Media. .

'Los antiguos hospitales de Cantabria' es, en palabras de María Luisa Real, un trabajo de investigación y documentación sobre el patrimonio y las raíces históricas de Cantabria en el ámbito sanitario, pero también en el social y cultural. Concebido a modo de catálogo, presta especial atención a los edificios, su ubicación, arquitectura, organización interna, pero también a los austeros enseres y ajuares con que estaban dotados, sin olvidarse de aquellos que les dieron vida como hospitaleros, mayordomos, transeúntes o lacerados, por citar algunos.

Un catálogo que incluye referencias a centros que han representado el paradigma de una nueva concepción sanitaria, tanto en el ámbito asistencial como en la organización profesional y en la estructura arquitectónica. Se trata, ha añadido la consejera, de un "estudio serio y pormenorizado" que traslada al lector a la realidad social de una época caracterizada por la asistencia sanitaria precaria y la beneficencia, centrada en cubrir, sobre todo, las necesidades básicas de los enfermos y prestada en pequeños y modestos centros por profesionales de la salud que compaginaban sus funciones con otras actividades y cuyos conocimientos médicos eran limitados.

Se trata, han insistido los autores, de recuperar un patrimonio olvidado, un ámbito, el de los hospitales, que estaba sin estudiar, sobre todo el período anterior al siglo XVIII, en el que la concepción de la sanidad es radicalmente distinta a la actual y se ejerce la caridad de manera sistemática. Reza en su contraportada que "el hospital en la Edad Media y Moderna era un lugar de acogida -un sitio junto al fuego como dicen los textos- para caminantes, enfermos y pobres que se encontraban en cualquiera de nuestros pueblos y villas".

'Los antiguos hospitales de Cantabria', además de un ejercicio de conocimiento y recuperación histórica sirve de termómetro para medir la evolución de la asistencia sanitaria en nuestra región. En definitiva, recuperar parte de ese patrimonio material e inmaterial que rodea al ámbito sanitario, permite constatar la calidad actual.

Estructurado en grandes bloques y clasificado por localidades, de fácil y amena lectura, el libro recorre Cantabria a través de hospitales como el de San Rafael Arcángel, en Santander (actual Parlamento); Asilo-Hospital de Torrelavega; Lazareto de Pedrosa; Hospital de La Caridad y Hospital de San Francisco, en Reinosa; Hospital de Nuestra Señora del Carmen, en Comillas; Hospital de San Ambrosio de Quijano, en Piélagos; Sanatorio del Doctor Madrazo, en Santander y Vega de Pas, o el Hospital de San Raimundo en Potes.